A finales de agosto 2023, todavía no había visto la tan comentada Babylon de Damien Chazelle. Tecnicismos y opiniones cinéfilas a parte, lo que aquí me compete es hablar de su diseño de vestuario (y, sobre todo, de una pieza en concreto que no consigo sacarme de la cabeza).
Las gracias debemos dárselas a la estadounidense Mary Zophres, la artífice de este prodigio visual y textil. Ha trabajado (y sido premiada) en proyectos tan brillantes como La La Land, La balada de Buster Scruggs o True Grit. Así que no debería extrañarnos que haya logrado un resultado absolutamente excelente en su última superproducción. Y recalco lo de “súper” pues, en total, se han realizado más de 7.000 vestuarios diferentes para todos los implicados en la película, con hasta 15 cambios en personajes protagonistas. Cada uno de ellos haciendo referencia a los años 20 de una manera algo diferente, sin caer en tópicos o estereotipos de aquella época.
La idea principal fue representar a los actores a través de su vestuario. Ser capaces de conocerlos de acuerdo a las prendas que llevan y cómo las llevan. Como sucede en el caso de Nellie (Margot Robbie), quien comienza el film siendo “nadie”, viniendo de una clase social precarizada y un nivel adquisitivo muy bajo. Esto se hace evidente en el primer vestido con el que es presentado su personaje. Una pieza roja, sencilla, aparentemente nada especial o sofisticada. Algo que, como la propia diseñadora comenta: “pudiera haber construido ella sola, cubriendo lo mínimo que debe ser cubierto y mostrando todo lo que quiere ser mostrado”. Una apuesta que no le hiciese pasar desapercibida en aquella fiesta donde reinaba el exceso, con el objetivo de que alguien de la industria consiguiera poner sus ojos en ella y así lograse el casting que tanto llevaba esperando.
Pero, en lo que a moda se refiere, me quedo con el personaje de Lady Fay Zhu (Li Jun Li). Estoy completamente obsesionada con todos y cada uno de sus cambios de vestuario. Es elegante, es chic y todos cuentan una historia con ese toque oriental que la define personalmente. Colores, patrones, estampados, telas… un compendio maravilloso que construye un personaje súper carismático y con muchísima personalidad. El conjunto rojo o el vestido largo rosa pastel de corte oriental son mis dos favoritos. Tanto así, que pausé el visionado en cuanto apareció en pantalla este último y me puse manos a la obra a buscar una alternativa similar para mi armario personal. “Ella tiene el mejor guardarropa en esta película” y yo no podría estar más de acuerdo con Li Jun Li.
Mary Zophres es la culpable de que mis últimas 3 compras hayan sido de corte oriental (y también de que lo vayan a ser todas las próximas).
